Tras tratar el tema platónico,
ahora pasamos a otro gran filósofo, Aristóteles. Nació en el 384 Fue discípulo de Platón, desde los
dieciocho años cuando se matriculó en la Academia platónica, hasta la muerte del
maestro. A lo largo de su vida va a criticar en gran medida la gran obra
platónica y sobretodo pondrá en entredicho la Teoría de las Ideas.
Aristóteles es también reconocido
por ser el gran fundador de la lógica. Sus
trabajos principales sobre la materia, que tradicionalmente se agrupan bajo el
nombre Órganon («herramienta»),
constituyen la primera investigación sistemática acerca de los principios del razonamiento válido o correcto.
La noción central del sistema
lógico de Aristóteles es el silogismo. La
noción de silogismo es similar a la noción moderna de argumento deductivamente válido. Primero se
establecen las premisas, y luego mediante los silogismos se llega a una
conclusión.
En los Primeros
analíticos, construyó la primera teoría de la inferencia válida. Conocida como la silogística, la
teoría ofrece criterios para evaluar la validez, o no, de ciertos tipos muy
específicos de silogismos, los silogismos categóricos. Un silogismo es categórico si está
compuesto por exactamente tres proposiciones categóricas (dos premisas y una
conclusión), y si ambas premisas comparten exactamente un término (llamado
el término medio), que además no está presente en la
conclusión. Aristóteles parte de dos silogismos categóricos que asume como
válidos (algo análogo a las actuales reglas de inferencia), y
demuestra a partir de ellos (con ayuda de tres reglas de conversión), la
validez de todos y sólo los silogismos categóricos válidos. Además de su teoría de los silogismos,
realizó una gran cantidad de otros aportes a la lógica. En la parte IV
(Gamma) de la Metafísica,
enunció y defendió el famoso principio de no contradicción. En De la interpretación se
encuentran algunas observaciones y propuestas de lógica modal, así como una controversia e influyente
discusión acerca de la relación entre el tiempo y la necesidad. Aristóteles
también reconoció la existencia e importancia de los argumentos inductivos, en los cuales se va
«de lo particular a lo universal», pero dedicó poco espacio a su estudio.
Ésta primera parte se trata de una
breve introducción sobre Aristóteles que nos permite ampliar nuestros
conocimientos sobre él, y no solo ceñirnos a lo desarrollado en el aula.
La lógica aristotélica a mi
parecer es el fundamento de la lógica que estudiamos en cursos anteriores. En
ella había diferentes premisas, establecidas con letras y unidas mediante
fórmulas lógicas como: conjuntores, disyuntores, condicionales, negadores…, y
mediante la simplificación y el desarrollo de ellas se llega a una conclusión.
Es una forma de conocer lo que de verdad es, es decir, el argumento verídico el
que tiene mayor peso.
En definitiva, a mi parecer fue un
gran paso tanto para la lógica como para la ciencia, ya que muchas de estas
fórmulas y silogismos son utilizados en ella. Por ejemplo en la tecnología.
Quizás fue una de las partes más interesantes y que más me deleitó de toda la
filosofía que desarrollé hasta el momento.
Muy bien María, una entrada muy correcta. Igual se echa en falta algún ejemplo de silogismo.
ResponderEliminarSaludos