domingo, 5 de mayo de 2013

Filosofía ¿sí o no?


Toca cerrar el blog, por lo menos durante el presente curso. He de decir que en muchas ocasiones cuando estudiamos filosofía pensamos, buf vaya rollo, que tostón… pero poco a poco te das cuenta de que aunque no estemos exactamente de acuerdo con las ideologías  o los pensamientos de los autores, te hacen reflexionar, te hacen pensar por ti mismo, y construirte como  persona.

Por todo esto, creo que la posible eliminación de la filosofía del currículo de la enseñanza secundaria y en el bachillerato es un fallo garrafal. Lo único que se consigue con eso es evitar que los jóvenes de las generaciones futuras sean capaces de pensar por sí mismos y tengan un ápice de cultura. El sistema educativo que están intentando imponernos es un sistema en el que en vez de formar personas se formen borregos que no tengan pensamientos, sino una ideología impuesta.

En conclusión, mi opinión sobre esta asignatura fue cambiando a medida que iba creciendo, y tras un año de ética, y dos de filosofía, creo que soy lo suficientemente capaz de tener mis propios pensamientos, y mi propia ideología (aunque esta se vea verdaderamente influenciada por la sociedad en la que vivo). 

Ya lo decía Marx....


En esta última entrada quiero hacer referencia al autor Karl Marx, posiblemente uno de los más fáciles de comprender desde que llevo estudiando filosofía.

Karl Marx fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. Las teorías de Marx sobre la sociedad, la economía y la política, que se conocen colectivamente como el marxismo, sostienen que todas las sociedades avanzan a través de la dialéctica de la lucha de clases. Fue muy crítico de la forma socioeconómica vigente de la sociedad, el capitalismo, al que llamó la "dictadura de la burguesía", afirmando que se llevaba a cabo por las ricas clases dueñas de los medios de producción, para su propio beneficio. La tesis que defendió principalmente y por la que se define el materialismo histórico: “no es la conciencia la que cambia la vida sino la vida la que transforma a la conciencia”.

Además realizó grandes aportaciones al mundo de la economía, en este caso hablaremos del objetivo del capitalismo. Marx consideró al capitalismo no como un orden social inmutable, sino como un eslabón de una cadena. A su juicio, este sistema tenía contradicciones esenciales que generarían su propio fin. ¿Por qué el capitalismo necesariamente se iba a acabar? Marx estableció básicamente cinco razones o leyes.

¥               En primer lugar, lo que ocurría en el capitalismo era que la tasa de Beneficio de las empresas iba bajando cada vez más.
¥               En segundo lugar, la tasa decreciente de Ganancia permitía competir sólo a los más eficientes, por lo que las pequeñas empresas no tenían posibilidad alguna de hacerlo. Así, su propietario o comerciante debía abandonar el negocio porque no era rentable y debía incorporarse como proletario a la gran fábrica. Es decir, la Propiedad se iría concentrando cada vez más en menos manos.
¥               En tercer lugar, la sustitución de trabajadores por maquinaria haría que el Desempleo se incrementara, generando lo que Marx llama un creciente ejército industrial de desempleados. De este modo, aumentaría progresivamente la miseria de la gente, ya que por una parte habría más desempleados y, por otra, los que estuvieran empleados serían cada vez más explotados para compensar la baja de los beneficios de los empresarios.
¥               Finalmente, y Producto de todo lo ya señalado, Marx predijo que las crisis y depresiones serían cada vez mayores y que afectarían cada vez a más personas.

La consecuencia lógica de estas leyes para Marx era la revolución del proletariado. En algún momento, la gran masa se iba a levantar, generando una revolución de la cual surgiría una nueva Sociedad: la Sociedad comunista, donde no existirían relaciones de explotación en lo económico, ni relaciones de dominación en lo político e ideológico.

La teoría establecida por Marx es exactamente lo que está sucediendo ahora en España. Las PIMES son cada vez menos rentables para sus dueños, por lo que se ven obligadas a cerrar o a venderlas. Con el cierre de estas empresas se crea una gran masa de desempleados, y con ello aumenta el número de personas que se ven obligadas a pedir ayudas, a vivir de sus familiares, o directamente a no tener un techo ni un bocado que llevarse a la boca. Y es aquí, como bien predijo Marx, donde se llegaría a la crisis tal y como podemos comprobar en la sociedad española en la actualidad. Además con la insuficiencia de ayudas, el aumento de impuestos, la reducción de los servicios básicos e imprescindibles, está acrecentando la pobreza. Pero por otro lado, aparecen los casos de corrupción, de blanqueo de capitales, de estafas a la hacienda pública, de robo de millones de millones de millones de euros, la construcción de instalaciones inutilizadas… y con ello el enriquecimiento de unas pocas personas.

En definitiva, como se suele decir “con la crisis, los ricos son más ricos, y los pobre son más pobres”, tal y como ya había planteado Marx con su teoría sobre el problema del capitalismo.